La reserva ovárica refleja el potencial fértil de la mujer.
A diferencia de los hombres, que producen espermatozoides a lo largo de toda la vida, las mujeres nacen con un número determinado de óvulos. Al llegar a la pubertad, la mujer comienza a ovular todos los meses; en el momento de la menopausia, la reserva de óvulos ha quedado agotada y consecuentemente la mujer pierde la fertilidad.
El folículo antral (en reposo) es una pequeña esfera llena de líquido que contiene un óvulo inmaduro. Los folículos son visibles y pueden contarse mediante una ecografía los días segundo, tercero y quinto del ciclo menstrual. El número de folículos antrales varía cada mes.
El recuento de folículos antrales, junto con la edad y el perfil hormonal del día 3, es uno de los mejores indicadores de la reserva ovárica y de la capacidad de que la mujer consiga la gestación con la fecundación in vitro (FIV). Dicho de otro modo, los folículos antrales predicen el número de folículos maduros (dominantes) que podremos estimular con los medicamentos que se administran antes de la FIV. El número de óvulos que obtengamos guarda relación directa con las tasas de éxito de la FIV.
Fuentes: RMA of Connecticut
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